COLEGIO SECUNDARIO CAUTIVAS CORRENTINAS
GEOGRAFÍA 4TO AÑO
TRABAJO PRÁCTICO Nº 3
EL TERRITORIO ARGENTINO. Casos especiales de soberanía
En la Argentina, existen dos casos especiales de soberanía. El primero es el de la Antártida, ya que por tratarse de un área destinada a fines científicos y a la preservación del ambiente, no se reconoce en ella soberanía de ninguno de los Estados que la reclaman. En el segundo de los casos –el de las Islas Malvinas–, el derecho a la soberanía es indiscutible, pero este archipiélago se encuentra ocupado por Gran Bretaña.
La Antártida Argentina
El continente antártico se diferencia del resto de los continentes por su condición inhóspita. Esto se debe a las bajas temperaturas que han alcanzado –67 °C en el año 1967– y a sus enormes masas glaciares. No hay asentamientos humanos permanentes ni ciudades. La población que reside en la Antártida, por períodos limitados de tiempo, vive en las bases y los refugios construidos por los Estados que tienen presencia en esos territorios australes. La Antártida es el único continente que no cuenta con una división política definida: no está dividido en países ni sometido a la soberanía exclusiva de ningún Estado. Se rige por el Derecho internacional, en particular, por el documento denominado Tratado Antártico, que fue elaborado en el año 1958 por los países que reclamaban derechos soberanos respecto de alguna porción de ese continente. En ese tratado, quedaron registradas las pretensiones territoriales de la Argentina, Chile, el Reino Unido, Noruega, Francia, Nueva Zelanda y Australia. Todos los reclamos de soberanía se basaron en una delimitación establecida por el sistema de coordenadas. En todos los casos, se efectúan desde el paralelo de 60° latitud sur hasta el de 90° –es decir, el polo sur–, y luego, se apoyan en las líneas de los meridianos. La Argentina reclama la región comprendida entre el meridiano de 25° longitud oeste y el de 74° longitud oeste. En gran parte, ese territorio se superpone con los reclamos de soberanía planteados por Chile –que pretende soberanía sobre la porción comprendida entre el meridiano de 53° longitud oeste y el de 90° longitud oeste– y por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que reivindica su derecho respecto de la zona limitada por el meridiano de 20° longitud oeste y el de 80° longitud oeste. La existencia de territorios reclamados por varios países no ha generado conflictos, ya que el Tratado Antártico no asigna soberanía, sino que se limita a dejar constancia de las reivindicaciones de soberanía y de sus respectivas fundamentaciones. En 1991, la vigencia del Tratado Antártico caducó y los países interesados se reunieron nuevamente. El Protocolo de Madrid es el documento resultante de esa reunión. En él los Estados reafirmaron lo que habían pedido en el Tratado Antártico. Sin embargo, aún no se realizó ningún reparto territorial. El documento sirve como anexo al anterior y cuenta con una serie de disposiciones destinadas al cuidado y la preservación del ambiente. En el Protocolo, se declara al continente antártico patrimonio de la humanidad, y se prevé volver a discutir las cuestiones de soberanía en el año 2041. En el sector antártico que reclama la Argentina, coexisten bases de diversos países.
Las Islas Malvinas
Las islas del Atlántico sur están conformadas por tres archipiélagos: Malvinas, Georgias y Sandwich. Malvinas está constituido por la isla Gran Malvina y la isla Soledad, otras cincuenta islas menores y numerosos islotes; tiene una superficie de 11 718 km2, lo que equivale a la mitad del territorio de la provincia de Tucumán. El derecho de la Argentina a la soberanía sobre las Islas Malvinas es indiscutible. Se sustenta en razones geográficas, históricas y políticas. Desde el primer punto de vista, las islas están ubicadas dentro de la plataforma submarina argentina, y presentan una continuidad geológica y geográfica con la Patagonia. Desde la perspectiva histórica, las islas fueron ocupadas por Francia desde el año 1764, en el que un grupo de pescadores se asentó en esos territorios y construyó un fuerte, que se denominó Saint Louis. En 1767, los franceses reconocieron la autoridad española en el sector y le entregaron Puerto Luis. La Corona española se encargó de aumentar la población de las islas, que pasó de 167 habitantes –en 1767– a alrededor de 600, hacia el año 1800. Política y administrativamente, las Islas Malvinas fueron consideradas parte integrante de los dominios españoles en la época virreinal, y fueron ocupadas e incorporadas al territorio independiente de las Provincias Unidas desde el año 1820. A pesar de estos antecedentes, los británicos irrumpieron en Malvinas en 1833, tomaron posesión de Puerto Soledad y desalojaron a la población argentina. Puesto que Malvinas no era una colonia británica, y que se establecieron por la fuerza en épocas de paz, este hecho configuró una usurpación de territorios. Desde ese año, comenzaron los reclamos argentinos dirigidos a obtener la devolución de las Islas Malvinas. A partir de 1960, la Argentina planteó sus reclamos de soberanía ante el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estos reclamos de soberanía continuaron, con diversa intensidad, sin que se produjera ningún reconocimiento de Gran Bretaña respecto del derecho de nuestro país sobre las islas. En 1982, hacia el final de la dictadura militar, el presidente de facto Leopoldo F. Galtieri decidió invadir las islas, e inició así una guerra con Gran Bretaña. Los enfrentamientos bélicos en las islas se prolongaron durante setenta y cuatro días, del 2 de abril al 14 de junio de ese año. Se produjeron combates aéreos y marítimos, así como episodios ilegítimos para un contexto de guerra: un submarino británico atacó y hundió el crucero argentino General Belgrano, a pesar de que éste navegaba lejos del área de conflicto. Tras la rendición de las tropas argentinas, se acentuaron nuevamente las tensiones entre los dos países. El gobierno democrático que asumió en la Argentina en 1983 intentó retomar las vías de la negociación diplomática de los reclamos de soberanía. Durante varios años, estas tratativas resultaron infructuosas: ningún funcionario argentino podía pisar suelo británico. La intervención de la ONU permitió restablecer las conversaciones sobre el tema, sin que esto signifique ninguna concesión por parte del gobierno del Reino Unido. Recientemente, recrudecieron las tensiones diplomáticas, como consecuencia de que la Constitución de la Unión Europea incluye las Malvinas como parte de las posesiones británicas. Ante esta mención, la Argentina planteó su disconformidad, y presentó sus quejas ante los organismos internacionales.
El origen del nombre Malvinas En el año 1764, un grupo de navegantes arribó a las Islas Malvinas. Habían partido de una región de Francia llamada Saint-Maló, por lo que se los denominaba malouines. Este término continuó utilizándose para referirse a los pescadores que llegaban a las islas en busca de lobos marinos y ballenas. Posteriormente, se le dio a este archipiélago el nombre de Malouinas, Maluinas o Malvinas.
El 18 de febrero de 2004, los tripulantes de El Místico fueron los primeros argentinos que desembarcaron en las Islas Malvinas después de la guerra de 1982.
- Redacten un texto en el que expongan los problemas de soberanía relacionados con las Islas Malvinas.
- Responde las siguientes preguntas:
- ¿Por qué se denomina usurpación a la ocupación británica efectuada en 1833?
- ¿Qué inconvenientes trae para la Argentina la presencia británica en las Islas Malvinas?
- ¿Qué perspectivas de solución tiene el gobierno argentino para la solución del conflicto de Malvinas?
- ¿Cuál es la situación de la porción antártica reclamada por la Argentina en la actualidad?
- Explica los principales lineamientos del Tratado Antártico.
- Señala qué valor económico y estratégico tienen los territorios y los mares antárticos.
- Elabora argumentos a favor y en contra de la ausencia de soberanía estatal en el continente antártico.
Hay que copiar las preguntas? O solo las respuestas
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